jueves, 11 de noviembre de 2010

The Homelessbody *Samira Kawash


Cuando hablamos de una persona Sin techo nos imaginamos un individuo sucio, mal vestido, que huele muy mal y va arrastrando unos cartones medio rotos. Hasta alcanzamos a verlo durmiendo en los portales de alguna iglesia o en algún cajero automático, cuando no lo esquivamos o desviamos la mirada para no sentirnos afectados. Lo que define a esta persona es la falta de un techo.

Si hablamos de una persona Sin hogar, también nos referimos a aquellas personas que si bien tienen un techo en el sentido literal de la palabra les falta todo lo que supone vivir en un hogar verdadero. Pero carecen de las mínimas condiciones de vivienda que les permitan vivir con dignidad, el calor de una familia, el apoyo de un grupo de amigos. Hay muchas personas Sin hogar, pero están ocultas puesto que la soledad, el sufrimiento y la angustia se pueden disfrazar. Pero no por ello su situación deja de ser un auténtico drama.
Si nos adentramos un poco en el mundo de la exclusión vemos que todo es bastante más complicado de lo que parece a primera vista o, al menos, de lo que pretenden transmitirnos los dominadores sociales No se puede hablar de culpables. Y, si se puede quizá sea sin pensar en los que pensamos.
De hecho, si observamos las interioridades del funcionamiento social, nos damos cuenta de que casi siempre las personas excluidas han llegado a esa situación empujadas por las circunstancias que les ha tocado vivir, hay que intentar profundizar en las causas que han llevado a estas personas a vivir una situación de exclusión social.
Sistema económico
No podemos pasar por alto las causas estructurales económicas. Las dificultades para acceder al mercado de trabajo, la incorporación de nuevas tecnologías, la explotación de la mano de obra en los países en vías de desarrollo debido a la mundialización... han "reventado" los precios y las condiciones del mercado laboral de los países desarrollados y han dejado al margen a muchas personas que no han sido capaces de aguantar la presión tan fuerte a la que se han visto sometidos, convirtiéndose en parados de larga duración, con edades avanzadas, poca cualificación profesional y sin perspectivas de futuro. Las grandes empresas se han enriquecido a costa de los trabajadores de este país o de otros, que a duras penas pueden llegar a fin de mes.
Sistema educativo
Además, entre las causas estructurales, hay que hablar de los sistemas educativos vigentes, que también excluyen a muchos niños y adolescentes, culpabilizándolos de ser nerviosos, inestables, poco estudiosos y creadores de problemas. En lugar de afrontar estos problemas, los niños acaban en la calle todo el día, expulsados del colegio, descontrolados y sin puntos de referencia educativos, se ocultan.
Podemos pensar en el acceso de las personas Sin hogar a los recursos sociales, se da el caso de que cuando tienen una urgencia, como podría ser la necesidad de un lugar para dormir o para comer, se les burocratiza de tal forma que se encuentran yendo de una persona a otra, sin rumbo fijo y sin encontrar respuesta, y acaban durmiendo en la calle o teniendo que pedir a la gente un bocadillo para comer.

paralelamente a esta problemática internacional que afrontan mas agudamente algunos países, la ciudad de México no afronta problemas reales de grupos de los llamados" sin techo", tal y como se puede observar en Brasil, en donde este sector se ha organizado para demandar al gobierno las condiciones necesarias para llevar a cabo mejoras en sus condiciones de vida.
sin embargo, el país en general afronta un serio problema de indigencia que ha ocasionado diversidad de movilizaciones sociales para exigir los derechos de los llamados indigentes, asi como se han elaborado programas y proyectos de apoyo a este sector desprotegido de la sociedad.
aunque este tipo de medidas pocas veces dan resultado, dado que los indigentes son personas que, básicamente, carecen de vivienda adecuada y de ingresos propios. Asimismo, viven en una situación peor que la pobreza, y marginación social. Se relaciona normalmente a la palabra indigente con “ingreso insuficiente”.
Para determinar la línea de indigencia se establece una Canasta Básica de Alimentos (CBA) determinada en función de los hábitos de consumo de la población y de los requerimientos calóricos y proteicos. Dicho valor de precios determinan la línea de indigencia.
indigente es diferente de pobre. Un individuo se considera pobre si su nivel de ingreso se encuentra debajo de un nivel mínimo de ingresos que le permita satisfacer sus necesidades básicas; e indigente, si éste no le permite satisfacer sus necesidades alimentarias y de vivienda.

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