jueves, 11 de noviembre de 2010

FORTRESS L.A. * MIKE DAVIS

Las ciudades han sido estudiadas desde diversos ángulos: la administración, la economía, la sociología, la política, la planificación urbana, etc.,  su estudio es de vital importancia, en tanto que en ellas se concentran importantes aglomeraciones poblacionales, que si bien demandan volúmenes crecientes de bienes y servicios, también ofrecen el recurso más valioso para el desarrollo de la sociedad: el recurso humano.

Socialmente, la heterogeneidad de su gente implica la coexistencia de una diversidad de ideas y estímulos que posibilita el cambio de actitudes, creencias y valores, sin embargo esta coexistencia social cada ves se torna mas complicada dadas las condiciones de la polarización entre ricos y pobres, teniendo como consecuencia inmediata la separación física de los ricos y de los pobres en los espacios urbanos.
Por otro lado, también hay consenso, de que la urbanización ha generado problemas económicos, políticos, sociales y ecológicos cada vez más difíciles de resolver.
El creciente flujo migratorio hacia las ciudades, por ejemplo, incrementa la demanda no atendida de bienes y servicios básicos: alimentación, vivienda, salud, educación, recreación; y si a ello sumamos el alto nivel de desempleo y el impacto de las crisis económicas, el resultado es la existencia de una población urbana cada vez más pobre y polarizada, mientras que en el polo opuesto se observa a otra población cuyos patrones de consumo y de vida favorecen el derroche de los bienes y servicios básicos, todo lo cual impide el desarrollo integral de la sociedad.
Este fenómeno social, se debe en gran parte a la redistribución espacial hecha por los Estados-nación, a partir del  segunda mitad del siglo XX, proceso en el cual los gobiernos reubicaron a un sin numero de asentamientos urbanos que no iban  acorde con el nuevo rostro citadino, así se relegaron a las colonias populares hacia las periferias, y en cambio se instalaron los centros de poder financiero, político, económico y de élite en los lugares estratégicos de la ciudad, es decir, en el centro.

un ejemplo de la redistribución espacial realizada en las zonas centro de la ciudad de México es la colonia Santa Fe, que en pocos años pasó de ser de uno de los vertederos de la urbe, a una de las más vanguardistas y costosas zonas de la metrópolis. 
Santa Fe, surgió como iniciativa de un grupo interdisciplinario de arquitectos, urbanistas e ingenieros, que propusieron al entonces regente del Distrito Federal, Carlos Hank González la reconversión de uno de los espacios más degradados del área metropolitana, los tiraderos de basura de Santa Fe, en una zona de "primer mundo" aprovechando su cercanía con varias zonas de alto nivel como las Lomas de Chapultepec, Tecamachalco y otros elegantes suburbios que empezaban a formarse en los años 1980's en el sector poniente de la Ciudad de México.

Se diseñó un plan integral de desarrollo urbano que de manera paulatina fraccionaria y construyendo la infraestructura necesaria para atraer la inversión de la iniciativa privada y financiar de esa manera un esquema de ciudad que debería de servir de modelo para desarrollos futuros, zonificando los terrenos de acuerdo a la función que iban a desempeñar, determinando asimismo las alturas y cantidad de espacios verdes con los que debería de contar. así  en menos de 10 años, la zona se empezó a poblar de varios corporativos de empresas trasnacionales y mexicanas que encontraron en Santa Fe un entorno idóneo para desarrollarse e inscribirse en el mundo global de los negocios. Simultáneamente inició en la zona el desarrollo del Centro Comercial Santa Fe, el más grande de Latinoamérica que atrajo importantes cadenas internacionales y facilitó el proceso de población de este fraccionamiento con el surgimiento de grandes proyectos inmobiliarios.

Actualmente Santa Fe es una colonia sumamente interesante tanto por su vanguardista arquitectura como por su moderna concepción urbana, que transformó un vertedero en una zona de clase mundial.
por otro lado, la materialización de la vida, ha contribuido a que la redistribución de los espacios y la utilización de los espacios públicos con fines triviales, se enfoquen hacia la lógica mercantil, despojando a grandes sectores de   sus espacios habitacionales, relegándolos a condiciones de vulnerabilidad en espacios poco visibles, esto a su ves a traído consigo un sin numero de protestas sociales que pocas veces son atendidas de fondo o siquiera tomadas en cuenta, generando mayor descontento de algunas clases sociales y mayor dislocación tanto societal, como en el aparato gubernamental.

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